- Una cosa tengo clara, y es que tú nunca encajaste en mi vida. Ni siquiera tuviste una oportunidad... Y aún así te dejé entrar. Suena contradictorio...
- Entonces, ¿Por qué...?
Antes de que pudieras acabar de formular la pregunta yo ya tenía la respuesta. No me culpes, es que eres demasiado predecible:
- Por mentirme a mi misma, una y otra vez, porque creí que podría engañar al destino, pensé que os podía engañar a todos.
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