miércoles, 2 de agosto de 2017

Niebla

Sola entre la niebla
Fechas presentes que caen en olvido.
La soledad pura de un cuerpo y una mente, que cae y piensa, piensa y cae.

Los barrotes de esta jaula, amores muertos, vidas que ya solo viven del recuerdo.

Multiples caminos que desenbocan en un simple denominador común de mis manos y yo, yo y mis manos cubiertas de niebla.

Cegada por la luz que ya se fue, desecha a caricias que prometen volver en septiembre.

Pero para qué quiero septiembre,
Para que quiero el otoño,
Para que quiero el aire,

Si ahora permaneces muerto en mis días, y es como si no existieses.
Y mis manos, buscando,
solo palpan la niebla,
el reflejo de tu ausencia.

¿Para qué quiero septiembre? Si aún no ha llegado, y todo el tiempo que recorro reina la ausencia de brazos que abracen, ojos que miren, labios que sellen con un beso los días y las noches.

¿Para que septiembre? Si el tiempo que recorro es paralelo, estás y no estás.
Existes y no.
Me quieres y no.

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