jueves, 26 de enero de 2017

De Abril a Diciembre en un Suspiro.

Era otra mañana perdida entre el mes de Febrero. Seguía haciendo frío en su interior, en una hibernación de sentimientos que estallaron al primer rayo de luz.

Sin pensar se hizo un café mientras suspiraba, ``¿a dónde va mi vida?´´ – Y esa es la pregunta constante, de la cual nunca se escapa.

La condena – Y esa es la cárcel eterna, de la cual nunca se huye.

Arrastrando los pies seguía cavilando, ``¿hacia dónde quiero ir?´´
Pero solo era una tarde perdida entre el mes de Marzo. A fuera ya hacía sol, pero ella seguía con el corazón encapotado.

Recogió su primera flor de primavera, ``¿cómo puede ser tan fácil codiciar la belleza?´´ – Y ese es el pecado constante, del cual no nos percatamos.

Arrebatar la vida Y ese es el vicio eterno, la vida que nos falta siempre ansiada.

Dejó volar los pétalos mecidos al viento ``¿hacia dónde va la vida?´´
Pero sólo era una noche de Abril, y vio los pétalos caer marchitos. Puso la mirada en el cielo mientras compartía un poco de su soledad con la estampa de luces.

Inocentemente alzó un dedo hacia el firmamento, ``¿cuál es el secreto, universo?´´ –  Y esa es la trampa eterna, poner respuestas en impenetrables cielos.

La esperanza – Fiel aliada se vuelve traicionera.

Pisando malas hierbas seguía un sendero ``¿De qué nos sirve – la esperanza – si solo nos lleva a poner preguntas en labios sellados?´´
Pero solo era una tarde del mes de Diciembre:

Entre pregunta y pregunda se le olvidó llenarse de primavera y de sentir tras sus párpados la vida que colma los días de verano: nunca arraigó el calor en su mustio corazón,... solo hielo, solo hay hielo ya.

Y esa es la condena:
Arrebatarse la vida
sustrayéndose la esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario