viernes, 22 de julio de 2016

Alma soñadora

Ojalá fundirme por última vez en los susurros que se lleva el viento, en las penas que sana la lluvia. Entre el sol y la luna, entre el rechazo y la lucha. Entre la victoria y la consciencia.

Mis pasos dibujan una senda enrevesada de curvas suaves y eléctricas: allá donde piso, algo se marchita. La vida por la muerte, la muerte por la vida: y crecen otro tipo de silvestres flores. Incluso creo sentir otro tipo de aire, otra brisa: otro mundo. Otro yo, uno más fuerte y ágil al emprender la huida.

La vida por la muerte, lo bueno por lo malo, ¿no?

Pero sigo esperando algo cruel, que desgarre el alma al compás de la tormenta electrica, y alzo las manos para rozar el cielo con las llemas de los dedos, y sólo siento la paz que arremete dulcemente contra mi cuerpo.

Dulcemente, contra mi cuerpo: como tus caricias.

Pero me deslizo entre tus dedos, me esfumo antes de que sueltes el aliento. Y me preguntas: "¿Quién eres?"

Pero yo ya he huido entre risas: "Ya no soy nadie, soy el agua que se escurre entre las montañas, el viento que mece las hojas... Que escapa como se escapa el tiempo de entre tus manos."

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