martes, 24 de mayo de 2016

Está en tus manos.

Sí, es cierto: tengo una sonrisa grabada a fuego. Y los años pesan en su contra.
''Hablo como una vieja'' Declaré.  ''...Si cuento el tiempo en experiencias, tengo las suficientes como para ser una.''
Y me acobarda la dualidad que adopto cuando las sombras de la noche mecen mi persona, recorriendo todo mi ser. Pero yo sigo con la sonrisa grabada a fuego. Resiste. Llevo el sol por fuera y la tormenta por dentro: Estoy a punto de crujir y partirme. Pero nunca lo hago. O nunca lo consigo. O jamás lo quise. O todo eso a la vez:

Si llevo el sol pintado en la cara y la tormenta inundando mis adentros, entonces debe ser la furia del mar quien desordena todos mis pensamientos. Y aún así: tengo una sonrisa grabada a fuego.

Es una verdadera locura este contraste. De entre todas las cosas que no entiendo esta es la única que representa la luz en el caos: la felicidad es una mala hierba y siempre, siempre podrá crecer en todos  lados, en cualquier momento. La felicidad es algo real.

Este es el secreto que se oculta tras las sonrisas grabadas a fuego. Acéptalo, aún así, todos podemos ser felices. Sólo hay que querer serlo: Sé feliz.

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